Entendemos el diseño arquitectónico como algo abierto y consustancial a toda la vida útil del edificio. El edificio, la ciudad, el territorio, no son objetos acabados sino en continua actualización, modificación y rediseño.
Por ello nuestra actividad abarca tanto la obra nueva como la intervención sobre espacios y edificios ya existentes.
En este sentido, entendemos que el arquitecto es un agente catalizador, un inductor, un facilitador, más que un autor. Nos parece que la arquitectura es siempre provisional, siempre en proceso, y fruto de la intervención cruzada de múltiples agentes y circunstancias. No la entendemos como objeto acabado y definitivo.
Nos sigue inspirando el “Más con Menos” y el “Keep it simple”
Los edificios y las ciudades se actualizan sobre sí mismos. La infraestructura crece sobre la infraestructura anterior por capas superpuestas. Por eso nos gusta la reforma, la actualización, el reacondicionamiento de lo ya construido y no solo la creación de edificios nuevos.
No diseñamos solo desde parámetros funcionales, económicos o estéticos, sino que pensamos la arquitectura como ambiente construido. Nos interesa la construcción sensorial y sensible del ambiente. Manipulamos la luz y el aire como materiales de construcción. Simplicidad y ligereza, tanto conceptual como práctica.
Entendemos la arquitectura como una actividad creativa y constructiva con razón de necesidad. Y nos debemos a esta razón de necesidad. Para nosotros, la atención a los requisitos y condiciones del cliente es clave en el acierto del resultado final.
Nos sigue inspirando el “Más con Menos” y el “Keep it simple”. No nos interesan las grandilocuencias, la tecnología en fase beta ni ser los primeros. Entendemos que la calidad arquitectónica es un intangible que surge de la adecuación, de la síntesis y del sentido. Ello lleva a una forma de belleza de lo sutil que es la que nos interesa.